Cierra en Paris el Museo del Erotismo

Una de las piezas más extrañas, bizarras y originales para el autoplacer femenino la vi en Paris hace 15 años, exactamente en el Museo del Erotismo ubicado a pasos del Moulin Rouge y del barrio de Montmartre.

Aquel asiento era una simple sillita con un sistema mecánico en su interior que hacia girar, no recuerdo si a pedal o cómo, una especie de rueda de lenguas que vendrían a cumplir la función del sexo oral, invento que seguramente fue pionero en su tiempo y que hoy sido superado por la industria del juguete para adultos. La noticia es que justo ahora, cuando el sexo y el erotismo han tomado vuelo “cultural” en todo el mundo, cuando hay cada vez más muestras temáticas en museos importantes y crecen los coleccionistas privados, el querido museo fundado en 1998 cerró sus puertas la semana pasada.

Según parece el dueño del edificio no quiso renovarles el alquiler a los fundadores del espacio, Jo Khalifa y Alain Plumey, una pareja que durante 30 años se dedicó a recorrer el mundo recolectando piezas curiosas de arte popular y contemporáneo erótico hasta que conforman una colección de más de 2000 objetos, entre obras de arte y adminículos para el goce sexual. Cerca de 500 personas y otras tantas vía online se dieron cita el domingo en la casa de remates Cornette de Saint Cyr que sacó a la venta 650 lotes.

la silita placentera Le Figaro

Además de consoladores de todas las épocas, muebles y herramientas para prácticas de todo tipo, como un cinturón de castidad del siglo XIX, también contaba con un bajorrelieve de Salvador Dalí que representa una versión de su obra “Joven virgen autosodomizada por los cuernos de su propia castidad”, y un Kama Sutra artesanal realizado en bambú. El diario Le Fígaro, que publica la subasta, destaca la notable colección de fotografías antiguas que retratan el ambiente de los burdeles parisinos a principios del siglo pasado.

cubiertos fálicos AFP

Una lástima, por la cantidad de visitantes que recibía era casi un paseo obligado, un icono de Paris, como al torre, la baguette y la vie en rose.

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