Hombres perro que piden sexo y comida

Eramos poco y parió la abuela. Esta sociedad contemporánea está llena de frikis, no me canso de decirlo. Baste salir a la calle y mirar un poco alrededor para descubrir algún personaje de tribu inclasificable comportándose de manera extravagante. El último ejemplar que tuve cerca fue en Brooklyn, un mediodía mientras al almorzábamos al sol con un amigo. Frente a la mesa pasó un anciano vestido con minifalda, cartera y peluca, al estilo Iris Apfel. Al rato volvió a pasar pero ya con short y otra peluca, y así estuvo, circulando por la vereda como si fuera una pasarela. Nadie lo miró, claro, salvo yo. Cierto es que uno tampoco está en condiciones de tirar la piedra, pues seguramente como ustedes tengo mi cuota de bicho raro, pero en la cama cierto tipo de rarezas no siempre se agradecen.

Yo adoro los perros y ya he dicho varias veces acá que me sensibilizan las personas que aman a los canes, pero algo distinto es que me erotice un hombre faldero o, peor, un “hombre perro”Sí, señores, ha salido a la luz una nueva filia: hombres que se comportan como auténticos perros. Se trata de tipos comunes que trabajan o estudian pero que cuando buscan placer sexual se disfrazan con ropa de látex, caminan en cuatro patas, te lamen y te husmean con el hocico húmedo. 

La mayoría de los cultores de esta práctica sexual que deriva del BDSM son homosexuales pero el club está sumando clientes hetero, de hecho, sólo en el Reino Unido se calcula que hay unos 10.000 hombres perro. Como será de curiosa la perversión que hasta han filmado un documental, al mejor estilo National Geographic (he aquí el trailer)

Esta tendencia que se desprende del bondage y el sadomasoquismo es un juego de sumisión en el que uno de los miembros de la pareja se comporta como un chucho manso y obediente. Hace todo lo que uno pide, ya que es fiel al amo, que a cambio le retribuye la incondicionalidad con dogui y sexo. Hasta ahí todo bien, pues si la cosa sucede a puertas cerradas y con el mutuo consentimiento, pero esta gente sale a la calle a pasear, como cuando saco a mi caniche a hacer pis.

Y salen a la calle con la pilcha de látex, correa y collar, y van a eventos donde hay otros individuos semejantes, pues la comunidad se congrega y comunica mediante portales especiales donde incluso suben contenido porno.

Mundo éste, para haber nacido, diría mi amiga Laura.

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La incompatibilidad sexual y las Apps de citas

Después de un tiempo de ponerle onda comprendí que las apps de citas terminan funcionando como un chupete, un entretenimiento para matar la tarde del domingo y sacarle músculo al dedo índice, porque eso de conseguir sexo fácil cliqueando cruces y corazones es una gran mentira. Hay quienes encontraron el amor y están en pareja, otros van por el Guinness y el 42% de los usuarios está casado o en una relación (según datos de Globalwebindex) pero el grueso de la fauna que pulula en las redes alimenta las estadísticas que aseguran que en la Argentina hay un psicólogo por habitante: cuánta histeria…¡por favor!

Encima uno termina sentiéndose un nazi ,descartando gente solo por la cara o su entorno (abrazado al perro, adentro de un descapotable, fumando habanos, exhibiendo torsos achicharrados por el sol o parados frente a torres y fuentes del mundo). ¿Los hombres se han prostituido? le pregunto a una amiga, mirando la ostentosa galería de esquiadores, golfistas y bon vivants (que después pretenden compartir la cuenta!). En fin, iba a que no todo lo que brilla es oro. Porque está bien, las apps sirven para acercarte al mercado y levantar la autoestima, pero en la mayoría de los casos el crush o coincidencia termina siendo un error del algoritmo. La experiencia propia y ajena demuestra que a la hora de la intimidad la compatibilidad sexual sigue siendo estadísticamente esquiva, pues es casi imposible casar los gustos en una cita casual. Un amigo que conoció en Tinder una chica linda y despabilada que luego en la cama desenvainó un látigo. Nunca le gustó ni le gustará el bondage, se lamentaba. Otra conocida recuerda que un señor se le largó a llorar en pleno acto, pues hay quienes lloran de placer, y a una amiga le tocó un curioso de la asfixofilia. No dá terminar como Norita Dalmaso o Kung Fu por un poco de amor efímero!

 sadomaso, o nada! nalisest

Con qué nos encontraremos en la cama ajena es parte de esta aventura virtual, y a cierta altura del viaje hay que tener muchas ganas de seguir tirándose al vacío así nomás. Cada individuo vive de manera diferente su sexualidad y casi todos llegamos a la cita con un mapa mental de lo que nos gusta o nos excita, por eso las cifras afirman que el 75% de las personas que consultan al sexólogo sufren trastornos de incompatibilidad.

“Nuestra experiencia sexual con esa persona tenderá a ser más gratificante cuanto más parecidos sean esos mapas, aunque también hay que decir que esos mapas no están cerrados, por lo que es posible introducir algunos cambios o adaptaciones a su estructura básica” señala Peré Font, director del Instituto de Estudios de la Sexualidad de Barcelona en una nota publicada en la revista Elle. Según mi sexóloga de cabecera, Diana Resnicoff, “decimos que el problema es la incompatibilidad cuando hay gustos, tiempos, horarios, posiciones, formas, frecuencia, deseos, ritmos diferentes y no hay disfunciones propiamente dichas. Es bastante frecuente en la pareja, si bien en general quien consulta es la mujer.” Si ya es difícil lograrlo con alguien que conocés y te gusta, con un desconocido puede complicarse más, o al revés, claro. Los milagros existen.

Escribo estas palabras segundos después de darme de baja en un par de portales, habiendo pecado lo suficiente como para divertirme y hablar con conocimiento de causa. No estuvo nada mal, pero a otra cosa!

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A la mujer de hoy le gusta el sadomaso

El sadomasoquismo y el bondage, sobre todo el bondage japonés, son dos disciplinas ajenas a mi sensibilidad erótica, pero entiendo que son prácticas muy extendidas desde siempre, aunque cada vez más, parece. La revista Newsweek en su versión en inglés le dedicó semanas atrás una tapa a un tema que parece ser tendencia: a las mujeres de esta era les gusta la dominación en el dormitorio. Que las esposen, las reten y las sometan a ojos vendados, entre otras situaciones “lúdicas”.

Habiendo tanta violencia de género en el mundo, sabiendo que la trata de blancas cada día se roba cientos de vidas de niñas y jóvenes, no me causa ninguna gracia eso de jugar a la sumisión, al latigazo. El maltrato, en chiste. Los disfraces que se usan para estas actividades sí son muy bonitos, sexies. Los tacones y el catsuit charolado con el antifaz negro estilizan cualquier figura femenina, pero al trapo lo veo más para hacer un streaptease o bien para ir al corso.

Marta, me llamo Marta…. Richard Kern via Bigfun

Sin embargo, según la nota que puedo leeer a duras penas por mi pésimo inglés, se nos acabó la boba romántica y ahora lo que vine es la chica con moretones y controlada por un individuo atormentado que le da “amor” a “golpes” de nalgas. Que el paradigna haya cambiando se debería, según el artículo, a que estamos “aburridas”, a que ya no tenemos ninguna zanahoria por delante, pues ya conseguimos todo en el este mundo: éxito, pantalones, libertad y un sueldo digno.

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Una excursión al sex shop

Si en una sesión de intercambio de fluidos un tipo me dice “ya vengo”, y al rato se me aparece vestido con un boxer de cuero negro dos talles más chicos, cadenas con tachas cruzándole el pecho, borceguíes, látigo y encapuchado cual miembro del Ku Kux Klán, más que erotizarme y fingir miedito, me da un ataque de risa que no paro. Ya les dije que mi fantasía es muy modesta.

Pero podía imaginarme al muñeco en escena mientras miraba una vitrina de un megasexshop de la avenida Corrientes, mundo al que desembarqué el sábado por la tarde en plan de excursión e impulsada por la curiosidad natural, y porque si escribo sobre sexo mejor que esté informada, en este caso, sobre lo que ofrece el ingenioso mercado del juguete para adultos.

¿Dónde ponemos la plantita? wonderlandcode831.tumblr.com

¡Cuánto chiche para el placer y uno se lo estaba perdiendo!. El morbo va desatándose a medida que el vendedor explica las funciones de los aparatos e implementos fabricados para el entretenimiento íntimo, que son el muestrario completo de las fantasías del ser humano contemporáneo. Hay  vibradores que se activan desde un llavero, culos de goma, chupetín de genitales, mariposas que te hacen sexo oral y otros tantos adminículos que muy bien no me acuerdo paqué sirven.

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