La pornovenganza será un delito en Argentina

El Senado local se ha puesto a trabajar para sacar de la parrilla leyes y proyectos pendientes antes del fin de año, y una de las que aprobó esta madrugada, a toda luz, es la que pena la “pornovenganza”.

De aquí en más, apenas sea reglamentada, le tocará entre 4 y seis meses de prisión a quien difunda imágenes de desnudez y contenido sexual explicito sin consentimiento de las partes involucradas”, dice el texto original. Esto va especialmente para los amantes despechados que en venganza suelen filtrar a las redes sociales videos y fotografías de la intimidad más íntima, con el fin de desprestigiar al ex. También es cierto que mucha gente recurre a este artilugio para crearse fama. Ya tenemos casos concretos de celebrities locales que “construyeron” su personaje a costa de publicar contenido visual comprometido con alguien famoso.

En cualquier caso, la ley es un gran avance, habida cuenta de lo fácil que es hoy destruir la reputación de las personas. Ya en Japón está vigente la misma norma, con multas altisimas en dinero y que alcanza incluso a los proveedores de Internet.

robar momentos “sugestivos”, también será delito?

Un cable de la agencia Telám dice que la Cámara de Senadores aprobó este miércoles por unanimidad, sin debate, y giró a Diputados, un proyecto de ley que reprime con la pena de prisión a quien difunda “imágenes de desnudez total o videos de contenido sexual o erótico de una o más personas” sin el permiso de los protagonistas. Además, según interpreto, será delito difundir “selfies” sin ropas y en situaciones eróticas aunque, para tomarlas, hubiera habido consentimiento de las partes, punto éste del proyecto que no resulta muy claro. Si uno se retrata junto a su partenaire luego de un encuentro, y decide compartir el momento con la comunidad de Instagram o Twitter, ¿dónde estaría la infracción? ¿y si solo fuera una pose? ¿no va en contra de la libertad de “expresión”?

“La persona condenada será obligada a arbitrar los mecanismos necesarios para retirar de circulación o bloquear el material, a su costa y en un plazo inminente” dice el texto del proyecto de la senadora sanjuanina Marina Riofrío (PJ-FPV).  En fin, y en buena hora! 

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El sexo casual no es para todos

A menos de una hora de haber concluido el acto, luego de fumar un cigarrillo e intercambiar los elogios de rigor (“qué lindo sos”, “que buen lomo tenés”) ella fue al toilette y cuando volvió él ya estaba sacudiendo las sábanas y poniendo en orden el cuarto, apurado por borrar cualquier evidencia del paso por su cama, y por su corazón. Que poca consideración reina entre los seres humanos hoy en día!. Minimamente debemos esperar a que el otro cierre la puerta para dar vuelta la página, es una regla de etiqueta básica entre los miembros del club. Por gestos como esos es que a la larga uno acaba abandonando este deporte, pues las relaciones casuales no son para siempre pero, sobre todo, no son para todos.

La sociosexualidad contemporánea obliga a desarrollar nuevas habilidades emocionales para sobrellevar los efectos secundarios de acostarse con extraños. Por eso es que, abolido casi por completo el sentimiento de culpa o remordimiento que acompañaba a las mujeres luego de un encuentro fugaz, en el siglo XXI para tener sexo sin después y no morir en el intento debemos entrenar la resignación (se lo tragará la tierra y no contestará ni un solo whatsApp ) y la paciencia (la pasaremos de maravillas pero con suerte conseguiremos un orgasmo).

Según un estudio de la psicóloga Anne Campbell, de la Universidad de Durham (Reino Unido), solo un 54% de las mujeres disfruta del encuentro esporádico mientras que el 80% de los hombres la pasa bien. La mayoría de ellas no alcanzaba el orgasmo en el primer match. Otra investigación elaborada a lo largo de cinco años por un equipo de sociólogos de la Universidad de Nueva York coincidía en que en las relaciones casuales sólo el 40% alcanzaba el clímax, frente al 75% de mujeres que lo conseguía dentro de una pareja estable. La noticia es que hoy esa frustración es compartida.

pagamos a medias el precio de la tentación wildhearts

Una investigación de la Norwegian University of Science and Technology en colaboración con otras casas de altos estudios, realizada entre hombres y mujeres de 30 años de los Estados Unidos, Brasil, Canadá y Noruega, demostró que tras una aventura ambos pueden quedar preocupados por su reputación y en consecuencia sentir tristeza, soledad, inseguridad, miedo, impotencia y confusión mental. En promedio, entre el 79% y el 89% de las veces ellos experimentan alguna de esas emociones, mientras que las mujeres entre el 86% y 89%, cifras que en cualquier caso revelan el eterno conflicto que existe entre lo que esperamos en un encuentro sexual y lo que realmente obtenemos de él, dicen los autores.

Así las cosas. Mientras las mujeres ganan seguridad y confianza en sí mismas, a la hora de la performance los hombres están cada vez más exigidos. Esa presión por alcanzar la meta genera grandes dosis de angustia e inseguridad en la población masculina. He ahí el apuro por tender la cama y dar vuelta la página….

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Sploshing, el fetichismo de untarse en comida

A quienes les gusta cocinar, comer y tener sexo en idénticas proporciones, es decir, a los gastrosexuales o sibaritas de la vida, esta práctica puede gustarles hasta el empachoSe trata de excitarse embadurnados en comida, y en bebida, pues hay que digerir lo sólido, claro. Este entrenimiento parece ideal para los nostálgicos que pasaron los 40 y que todavía se erotizan con aquella escena de 9 Semanas y media en la que ambos protagonistas frente a un frigorífico se ponen a comer y a chuparse los dedos, hasta terminar frotándose con el menú. Sexo vintage!

El sploshing, así se llama esta variante fetichista, consiste en eso: en untarse mutuamente (desnudos o vestidos) con lo que tengan a mano en la heladera para luego “devorar” la comida sobre el cuerpo del otro. La intención es aumentar el placer sexual estimulando las papilas que irán explorando sabores, texturas y olores, explica su inventor, un tal Bill Shipton. Para el juego valen aquellos alimentos untuosos, ejemplo, crema, helado, flanes, tortas, miel, agua, jugo, yogur, fideos con tuco, sopas y cualquier comestible que no pique ni cause irritación en las zonas erógenas (evitar la pimienta, el ají locoto, etc.).

Dentro de las locuras cotidianas que trama el ser humano en su incesante búsqueda por aumentar el goce, algo que data ya desde tiempos remotos, cuando comenzamos a atribuirle poderes mágicos a ciertos alimentos, ésta debe ser de las técnicas más naive y menos arriesgadas. No causa dolor, ni la muerte de ningún ser inocente. A lo sumo engordamos, o nos rompemos la espalda fregando la escena después de la sesión.

Indagando en los infinitos laberintos de este club fue que encontré un ensayo titulado Cake Hols realizado por el fotógrafo vietnamita Jo Duck, que ha tenido la genial idea de retratar una serie de culos aplastando tortas, como síntesis del morbo. Y como corresponde, viene con videíto incluido. En fin, juzgad vosotros.

pobre cereza!

 En Argentina, con lo cuestan los productos de la canasta básica, creo que con un poco de picadillo o paté en lata nos las arreglaremos bastante bien!

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Fiestas de divorcio, un negocio en alza

Así como la píldora anticonceptiva en su momento, hoy son las redes de citas las que impulsan una segunda revolución sexual femenina. Pensaba en eso mientras chateaba con una conocida que escribió desde Miami para contarme que había asistido recientemente a su primera “fiesta de divorcio”, una celebración tan insólita como esos funerales donde sirven champagne y bocaditos. En el evento hubo quema del vestido de novia, entre otros rituales, y al día siguiente la flamante separada partió a las playas de Tailandia para “estrenar” su nueva soltería.

Así las cosas en este siglo XXI.  La postal de la divorciada feliz expresa esa máxima de moda que dice que para sanar hay que saber soltar, incluso a las personas. En ese sentido, un estudio realizado en 2015 por el sociólogo Michael Rosenfeld de la Universidad de Standford (EEUU) entre más de 2000 parejas heterosexuales confirma que las mujeres son las primeras en pedir el divorcio (el 69%) y que tras la separación la mayoría se siente más feliz que al comienzo del vínculo“El 75% prefiere estar sola y feliz antes que en una relación, frente al 58% de los hombres”, sostiene Rosenfeld. Aquel sondeo también ponía en evidencia que solo una de cada cuatro se arrepiente (frente al 40% de los hombres), algo entendible si recordamos que para muchas el matrimonio significa duplicar las horas de trabajo semanal, entre otros yugos de la convivencia.

….free! sunshine 

Pero volviendo al punto de partida, eso de cerrar con un buen broche una etapa tan importante se ha vuelto negocio jugoso en los países civilizados, donde hasta existen las divorce party planeers, empresas encargadas de organizar ceremonias divertidas y originales para exorcizar la pena. La intención es quitarle dramatismo al momento y ayudar a las personas a resetar su vida, lo que suena bien si fuera cierto que para estar mejor bastan un poco de alcohol y buenas amigas. En tal caso, más efectivo sería emprender un viaje para renovar energías y despejar la mente, por ejemplo, a un destino exótico a trasmano de los circuitos turísticos habituales. 

retrato de una realidad no siempre justa

Les paso un dato, por si están pasando por ese trance: en la pequeña ciudad de Lisdoonvarna, Irlanda, se celebra desde hace 150 años el famoso Festival de Matchmaking donde cada año se dan cita más de 40.000 solos y solas listos para volver a enamorarse, aunque sea por unas horas….

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Cierra en Paris el Museo del Erotismo

Una de las piezas más extrañas, bizarras y originales para el autoplacer femenino la vi en Paris hace 15 años, exactamente en el Museo del Erotismo ubicado a pasos del Moulin Rouge y del barrio de Montmartre.

Aquel asiento era una simple sillita con un sistema mecánico en su interior que hacia girar, no recuerdo si a pedal o cómo, una especie de rueda de lenguas que vendrían a cumplir la función del sexo oral, invento que seguramente fue pionero en su tiempo y que hoy sido superado por la industria del juguete para adultos. La noticia es que justo ahora, cuando el sexo y el erotismo han tomado vuelo “cultural” en todo el mundo, cuando hay cada vez más muestras temáticas en museos importantes y crecen los coleccionistas privados, el querido museo fundado en 1998 cerró sus puertas la semana pasada.

Según parece el dueño del edificio no quiso renovarles el alquiler a los fundadores del espacio, Jo Khalifa y Alain Plumey, una pareja que durante 30 años se dedicó a recorrer el mundo recolectando piezas curiosas de arte popular y contemporáneo erótico hasta que conforman una colección de más de 2000 objetos, entre obras de arte y adminículos para el goce sexual. Cerca de 500 personas y otras tantas vía online se dieron cita el domingo en la casa de remates Cornette de Saint Cyr que sacó a la venta 650 lotes.

la silita placentera Le Figaro

Además de consoladores de todas las épocas, muebles y herramientas para prácticas de todo tipo, como un cinturón de castidad del siglo XIX, también contaba con un bajorrelieve de Salvador Dalí que representa una versión de su obra “Joven virgen autosodomizada por los cuernos de su propia castidad”, y un Kama Sutra artesanal realizado en bambú. El diario Le Fígaro, que publica la subasta, destaca la notable colección de fotografías antiguas que retratan el ambiente de los burdeles parisinos a principios del siglo pasado.

cubiertos fálicos AFP

Una lástima, por la cantidad de visitantes que recibía era casi un paseo obligado, un icono de Paris, como al torre, la baguette y la vie en rose.

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Mitos y verdades sobre la falta de relaciones sexuales

Me ha parecido de una valentía escalofriante la confesión que hizo la ex modelo Carmen Yazalde semanas atrás, cuando en un programa de televisión afirmó que desde hace 14 años no tiene relaciones sexuales con nadie. Ha cumplido 65, por lo que deduzco que dejó de acostarse con personas a los 51. Haciendo comparaciones generales, su caso vendría a ser equivalente al de la bailarina de tango María Nieves Rego, que a los 81 años sigue fumando poco menos de un atadito diario, vicio que, como ella misma dice, la convierte en la prueba viviente de que el tabaco no siempre mata. La vitalidad de Carmen vendría a refutar esas teorías acerca de que la abstinencia o el celibato es grave para la salud y la belleza femenina, pues está a la vista el cutis espléndido y el humor inteligente de esta divina mujer que habla en portuñol y sabe reírse de sí misma.

Por eso me pregunto hasta qué punto es cierta toda esa literatura científica que divulgamos sin pausa desde hace algunos años. Hay que tener contacto sexual regularmente para no sufrir del corazón, de hipertensión, diabetes y obesidad, para mantener tersa la piel, pero es cierto que lo mismo se consigue eliminando las grasas malas de la dieta, haciendo gimnasia a diario y evitando la mala sangre. Sin embargo, la falta de actividad sexual sí podría ser preocupante cuando es involuntaria, cuando querés y no podés, según afirma Modesto Rey, ginecólogo y sexólogo del Hospital Universitario de Burgos, España.

Consultado por el tema en un extenso e interesante artículo sobre el mito (¿?) hoy tan extendido, Rey confirma además que nadie deja de tener sexo o vida sexual mientras esté vivo, pues las fantasías eróticas “operan” en las hormonas sin pedirnos permiso. Sucede, simplemente. “Nadie puede dejar de comportarse como ser sexual. ¿Qué es la abstinencia, no tener prácticas con otras personas, no tener autoerotismo? ¿Alguien puede anular las fantasías sexuales y sus interacciones con el sistema emocional y físico? La abstinencia solo podría referirse a la falta de prácticas orientadas al orgasmo. Pero no hay estudios que evalúen su impacto en la salud de las personas que han decidido no tenerlas por razones morales o místicas o por miedos. A nivel psicológico, depende de la motivación de cada persona. Conocemos casos en consulta de quienes no tienen relaciones sexuales, pero no padecen trastornos. El problema de fondo es cómo se evidencia el conflicto de quien quiere tener relaciones pero no las tiene”, sostiene. “La actividad sexual aporta salud, pero una persona que decide ser abstinente porque lo ha decidido con libertad, no tiene ningún tipo de perjuicio en la salud. La sexualidad es un elemento importantísimo, pero si alguien decide pasar de ella puede estar perfectamente sana”, confirma en el mismo artículo Manuel Lucas, presidente de la Sociedad Española de Intervención en Sexología.

ni asexuales ni enfermos: libres….sunshine

Tal es la presión por hacerlo en esta sociedad hipersexualizada, que al final resulta un bumerán: léase, es perfectamente entendible la pérdida de ganas. Es como haberse intoxicado con chocolate y después no poder ni olerlo. El desinterés tampoco convierte a un individuo en asexual, una orientación hoy día reconocida como tal debido al alto número de adeptos al club, en todo el mundo (dicen que cerca del 4% de la población mundial).

Conclusión, a Carmen no le gustó nadie lo suficiente en estos últimos 14 años (he ahí el nudo del asunto) pero seguramente la ha pasado muy bien consigo misma, pues a cierta altura se sabe con certeza que, tanto el sexo como la opinión de los demás, no son la quintaesencia de la vida….

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Sexo y arquitectura en 1000 m2 para placer

Los albergues transitorios en la Argentina no son otra cosa que la “evolución” de los viejos prostíbulos urbanos que dejaron de funcionar en 1937, cuando entró en vigencia la ley de profilaxis que prohibía el ejercicio del oficio más viejo del mundo. Entonces los amantes clandestinos se quedaron sin un lugar donde hacerlo y ahí, rápidos de reflejos, los inmigrantes gallegos vieron el filón del alojamiento por horas, un negocio que subsiste hasta hoy. La liberación femenina de los años sesenta alentó el auge de estos templos para el amor furtivo, símbolo de la trampa y el pecado.

Recorrí unos cuantos cuando me tocó escribir sobre la historia de los telos amueblados porteños, que después de facturar millones empezaron a caer en desgracia a mediados de los 80, entre otros factores, a causa del SIDA que replegó a hombres y mujeres a la monogamia (por un tiempo). El Viagra los devolvió al circuito. Hoy son una salida para parejas que huyen de los hijos chicos, y para de los matrimonios que necesitan aventar el fuego, también sirve a quienes todavía viven con sus padres. Telúricos, bizarros, modernos, kitsch y con escenarios cinematográficos desopilantes, listos para cumplir cualquier fantasía erótica (como hacerlo en una isla, sobre un caballo, en un carruaje o un tobogán, en la escuela o en la cama de un hospital) siempre me pregunté cómo esos decorados decadentes podían despertar el deseo sexual de alguien. Al menos a mí si alguien me gusta, me importa la estética que rodea su vida cotidiana, y eso define todo lo demás. Puedo lidiar con plantas falsas, sillones de cuerina y pisos de porcelanato, pero me mata el baño con escobita detrás del inodoro y el florero de plástico en el centro de la mesa.

con bata y en la cama, Hefner reiventó desde Playboy la sexualidad americana

Pienso en todo esto a propósito de la primera exposición que acaba de inaugurarse en Barcelona, “1000 m2 de deseo” Arquitectura y Sexualidad, una muestra íntegramente dedicada a explorar la importancia del espacio en los comportamientos sexuales de la sociedad occidental desde el siglo XVIII hasta nuestros días. Una propuesta brillante y ambiciosa, pues sin duda el escenario impacta en la intimidad de las personas. De hecho cuando pensamos en sexo, lo primero que pensamos en dónde vamos a hacerlo.

La muestra, que está en el Centre de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB) descubre cómo se han construido, proyectado e imaginado esos lugares para el esparcimiento carnal a través de dibujos y maquetas de arquitectura, instalaciones artísticas, audiovisuales y libros, e indaga en el poder de la estética sobre el autoerotismo, al tiempo que sugiere su influencia en la creación de los estereotipos que arrastramos. Desde los refugios pecaminosos que describen los textos de Sade, hasta el ideal de las casas colectivas del hippismo, los baños públicos, el cuarto del matrimonio, el departamento del playboy, sexshops, moteles de ruta, saunas y habitaciones para el BDSM, también los espacios virtuales para el cibersexo, como las redes sociales y las apps de citas, todos lugares que invitan a repensar cuál es el lugar del placer en esta sociedad contemporánea.

el sofá de Sade, ideal para.barjsjakeveci sunshine

La vedette de la exposición es una réplica de la cama giratoria del inoxidable Hugh Hefner, fundador de la revista Playboy que redefinió la vida sexual de varias generaciones. Hefner hizo de su lecho su oficina, su sala de reuniones, su living, su mesa, su confesionario y un ring para revolcarse con sus conejitas. Si están por Barcelona, hasta el 19 de marzo se puede visitar. Traigan fotos!

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El 85% de los empleados fantasea con un compañero de trabajo

Desde que las cámaras vigilan los espacios públicos es cada vez más difícil para los fans del cancaneo tener sexo en lugares no convencionales, incluso en el ámbito de trabajo. Hay que estar muy urgidos para dejarse llevar sabiendo que el escenario está “monitoreado” no solo por las cámaras de seguridad, sino también por las computadoras. Sin embargo, los más osados buscan refugio en la oscuridad del baño, en las escaleras o en la sala de reuniones, tal el caso del gerente de una cooperativa local y su empleada que semanas atrás fueron sorprendidos agitándose sobre un escritorio lleno de papeles, como en las películas. El video se viralizó y el hombre salió a pedir disculpas, aunque nada lo salvó de verse con los calzones caídos frente a todos sus subordinados. De acuerdo con un informe de The Wall Street Journal, hace poco los directivos de una start up de EEUU enviaron un mail prohibiéndo expresamente el sexo en la oficina luego de haber encontrado condones usados en las escaleras del edificio, y tras comprobar que una cultura laboral demasiado amigable había impactado en la caída de la facturación, lo que demuestra que el sexo en el ámbito de trabajo puede ser de importancia crítica para un negocio.

Claro, no es lo mismo tener sexo en la oficina que tener sexo con un compañero de trabajo. Lo primero es una imprudencia, lo segundo es lo más común del mundo, pese a que en los reglamentos internos muchas empresas siguen condenando los vínculos entre empleados, más entre los de distinto rango. Sin embargo, según un estudio realizado en 2013 por el sitio de negocios Bussines Insider entre 2500 personas, casi el 80% de los profesionales mantuvo relaciones con un compañero, el 50% dijo haberlas evitado por tratarse de un colega y el 85% dijo haber “soñado” alguna vez con llevarse un compañero a la cama.

dos amores en la oficina es mucho Helmut Newton

La atracción es una fuerza extraña e inevitable, y en el ámbito laboral es un arma de doble filo: al cabo de tantas horas bajo el mismo techo, cualquier ser humano acaba viendo belleza donde no la hay, convirtiéndose el trabajo en un terreno fértil para las infidelidades. Según el sondeo el 92% no cree que se deban prohibir las relaciones entre compañeros, y dos de cada tres considera que no son un problema mientras no afecte la carrera profesional de nadie. Entre los que confesaron haber intimado en el trabajo, casi el 60% dijo haberlo hecho con varios compañeros, solo un tercio con subordinados y el 80% coincide en que esos amores furtivos no afectaron su productividad ni la carrera.

Para Liz Ryan, experta en relaciones laborales de Bussines Insider, el sexo entre compañeros es inofensivo siempre y cuando se de entre pares, haya discreción y no se vuelva una conducta reiterada. Léase, hay que llevarlo con elegancia. Yo en cambio aprecio a los que se abstienen, convencidos de que “donde se come …”

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La humillatrix, o el placer de ser insultado

Nunca hasta ahora había entendido el sentido de las prendas de látex y cuero que usan habitualmente en las prácticas de sadomasoquismo y bondage. Me refiero a esas máscaras tipo Hanníbal Lecter (les dicen “hoods”), catsuits, chalecos, pañales y demás modelitos confeccionados con materiales muy sexys pero que al cabo de un rato, en contacto con la piel, inducen la transpiración o sacan sarpullidos, si se es muy delicado.

Sin embargo la ropa fetichista alimenta el morbo de una elite que goza con ciertos juegos cercanos al sufrimiento físico o psicológico (juego consentido, vale aclarar). A los fans del látex, por ejemplo, les llaman rubbers (del inglés rubber, caucho), tienen su propia bandera (de “orgullo rubber”) y básicamente son de excitarse con solo ver alguien engomado. Claro, una cosa es verlo en una mujer (recuerden a Gatúbela), pues no debe existir algo más deserotizante que un hombre en bombachón y con los genitales asfixiados bajo el caucho. Cuestión es que mirando un reciente desfile de pret a porter íntegramente realizado en látex y dedicado a elevar el outfit del BDSM, entro en el laberinto de la disciplina y oh descubro un oficio novedoso: el de la humillatrix. “A los tíos realmente les gusta la idea de que les arruine la vida” dice Ceara Lynch, experta en denigrar y maltratar mediante insultos, palabras despectivas y escupitajos (spitting o “lluvia plateada”, según la jerga).

la dominatriz Kylie Jenner, Gza Steven Klein Interview Magazine 

 Qué maravilla! Sin dudas en este mundo hay que reinventarse para subsistir, o te come el hambre. Yo misma no me siento capaz ni de levantarle la voz al gato, mucho menos me veo látigo en mano y diciéndole frases hirientes a un señor en cuatro patas, pero el trabajito suena tentador para cualquier chica desempleada: no hay que desnudarse, podemos hacerlo desde casa, pues solo requiere abrir una cuenta de Skype y tener una cámara para grabar videos a medida de la fantasías del cliente. Es los países civilizados las humillatrices ganan hasta 200 dólares por el servicio online. Y digo que es terapéutico porque si te plantó la niñera o se rompió el lavararropas, bueno descargás la bronca y encima ganás dinero!

Lo mejor, es que nadie sale lastimado. Al contrario. Si al cliente lo tratás de “idiota” se calentará de placer, porque justamente es parte de un juego de dominación y sumisiónEl sumiso/a se siente bajo el control del amo/a que con la humillación afianza su poder sobre el/ella, explica un psicólogo en una revista especializada en BSDM. “El placer en estas situaciones tiene un claro componente psicológico, unido a la adopción de un determinado rol y está relacionado con el masoquismo. Las personas dominantes también pueden excitarse al despreciar al otro/a. Estos juegos se realizan dentro de un contexto de confianza, consentimiento y respeto donde cada una de las partes sabe lo que quiere. La humillación solo se practica en una determinada situación, para conseguir un ambiente concreto, dentro de un juego. La autoestima propia del sumiso/a, en una relación sana, no se ve afectada por estas situaciones en las que cada uno sabe que adopta un rol determinado” dice el texto.

Vale aclarar que el fetichismo (sentir atracción por algo que subyace al sexo, sean objetos o costumbres) no implica una patología. Existen clubs y comunidades donde se reúnen los rubbers y consiguen sus citas, pues convengamos que si no estás conectado es difícil dar con alguien afin al sexo no convencional. Respecto de la humillatriz, tan bien le va en el negocio que ya está juntando fondos parar filmar su primera película.

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De felatrices y Gulp girls, breve historia del sexo oral

¿Cumpliría Madonna su promesa si ganara Hillary Clinton las próximas elecciones? De ser así, no querría estar en sus zapatos. A juzgar por la cantidad de votantes demócratas a la reina del pop le tomaría el resto de su vida cumplir con la palabra empeñada, más si es cierto eso de que es buena para la faena (“Soy muy buena. Me tomo mi tiempo y hago mucho contacto visual”, aclaró durante un show).

Uno tiende a desconfiar de quienes magnifican en público sus virtudes bajo las sábanas, pero en este caso la chica material sumó un poroto al destacar un par de datos propios de una buena felatriz o Gulp girl, como le llaman en el cine porno a la actriz que se ocupa de poner a punto a los actores en las escenas de sexo oral. La dedicación y el contacto visual, he ahí parte del secreto, parece.

La felatio (del latín fellare, succionar) es una práctica ancestral que algunas culturas consideraron sagrada, y mientras en otras fue, y sigue siendo, tabú. Si nos preguntamos a quién se le ocurrió implementarla por primera vez en la intimidad, y por qué, tal vez sirva recordar que hay testimonios de esta forma de goce en las pinturas del neolítico, en el Antiguo Testamento (en el Cantar de los Cantares) y en los papiros egipcios (5000 años atrás). De hecho dicen que en la tierra de los faraones algunas mujeres se pintaban la boca de cierto color para indicar su “dedicación”, también que una de las célebres felatrices de la historia fue la misma reina Cleopatra. Su fama llegaba hasta Grecia, y eso que entonces no había Instagram ni cómo hacer marketing personal. Sin embargo Cleo era conocida como “la de la boca grande” o “la gran tragona”, pues se decía que habían pasado por ella más de cien hombres, una cifra que suena un poco exagerada.

Entre las imágenes eróticas rescatadas en el lupanar en Pompeya hay unas que representan una variante de la felación conocida como “irrumación”, en la que quien trabaja es el que recibe placer.

Mirar a los ojos y dedicarle tiempo sunshine

En China fue permitida durante varias dinastías (ejemplo, la Chou 720 a 222 ac), y en los textos eróticos del siglo XII los escritores recurrían a una delicada metáfora para aludir al ejercicio oral: “tocar la flauta”, expresión aún vigente en aquel país. El Kamasutra le dedica a la felatio un lindo repertorio de posiciones para practicarla con comodidad: la abertura del bambú, la posición del cangrejo, el salto del tigre y el frotamiento del jabalí, entre otras. Ya en la Edad Media fue prohibida por la iglesia y lamentablemente desde entonces la sola palabra quedó asociada al delito (no olvidar algunos episodios, como el protagonizado por el actor Hugh Grant y ex ministro Strauss Kahn).

Sin embargo, y pese a las reticencias femeninas, según el sexólogo Adrián Sapetti las estadísticas demuestran que más del 70 % de las mujeres de hasta 50 años considera atractiva la idea de dar y recibir sexo oral. Personalmente creo que a ese cambio de actitud mucho contribuyó la prédica de Samantha Jones, el querido personaje de Sex and The City. Hoy el sexo oral, que a mi modo de ver no cuenta como juego previo, sino que es sexo, tiene mucha mejor prensa. En las revistas y portales femeninos publican sendos manuales de instrucción como para alcanzar un posgrado, y los libros temáticos siempre le dedican algún capitulo.

Por ejemplo, en un libro muy útil, Sexejercicios, escrito e ilustrado por Sophie Troff, Frederic Mompo y Jade Vigreux  (Océano) recomiendan a los iniciados empezar por practicarlo bajo la ducha (nunca en la bañera) y en la poética posición de la flauta. Respecto de la promesa de Madonna, nada es al casual: en estos días se cumplen 24 años desde que lanzó Sex, ese libro de fotografías eróticas con el que apuntaló su pretendida fama de femme fatal.

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