Masturbarse seguido ayuda a prevenir el cáncer

 

Qué fácil es todo, ahora que la tecnología y la investigación médica derriban uno por uno mitos y falsos postulados del pasado. Sin ser la panacea, parece que hoy masturbarse unas 21 veces al mes puede ser una receta efectiva dentro del tratamiento preventivo de ciertas enfermedades masculinas (no se sabe si aplica a las mujeres, pues sabemos que también tienen próstata).

No debe haber actos más privados  como pensar, y masturbarse. Sin embargo desde el tiempo de las cavernas el ser humano ha sido condenado por darse autoplacer. A lo largo de siglos la Iglesia y tantos otros círculos sociales han perseguido, denigrado, prohibido, castigado y desaconsejado su práctica, ni hablar de los padecimientos de las mujeres que se animaban a tocarse para satisfacer sus demandas. El primer libro que se escribió sobre el tema, Onania (por Onán, el personaje bíblico) fue publicado hacia 1710 por un médico inglés (algunos dicen que era alemán) de apellido Bekker, que se ocupó difundir una sarta de mentiras y falsedades acerca de las enfermedades que provocaba la “autopolución” en ambos sexos (ceguera, demencia etc). El titulo del libro era bastante largo  “Onania, o El atroz pecado de la autopolución y sus terribles consecuencias, indagado en ambos sexos, con consejos espirituales y físicos para aquellos que se han dañado con esta abominable práctica. Y una provechosa admonición a la juventud de la nación de ambos sexos”. Más tarde, en el siglo XVIII, un monje también inglés se dedicó caminar las calles portando panfletos y pancartas con amenazas y advertencias a quienes practicaran el onanismo, de ahí la palabra usada hasta hoy. La locura llegó al punto de que para castigar a los pecadores se inventaran aparatos antimasturbatorios de lo más creativos, y tortuosos (algunos se exhiben en el Museo de Sexo de Nueva York).

sabia terapia…

Felizmente todo aquel marketing en contra se acabó. Hoy la masturbación goza de buena reputación, e inspira libros, videos, ensayos y estudios que le hacen apología.

La más importante, una investigación de la Universidad de Harvard realizada entre 32.000 hombres y determinó que aquellos hombres que eyacularon al menos 21 veces al mes tuvieron un 33% menos de riesgo de sufrir el temido cáncer de próstata que quienes no se aplicaron a la tarea, dice el texto publicado en la revista European Urology. No importa si la frecuencia sugerida ocurre dentro de una relación sexual (con alguien) o solos, pero masturbarse hoy es sano, natural y necesario. “La frecuencia de la eyaculación es, hasta cierto punto, una medida del estado de salud general en que los hombres en el extremo muy bajo de la eyaculación (de cero a tres veces al mes) eran más propensos a tener otros problemas médicos y morir prematuramente de otras causas diferentes al cáncer de próstata”, dijo Jennifer Rider, a cargo de la investigación, y agregó que el beneficio no se alcanza a completar sin dieta y ejercicio fisico regular.

Además de los masajes descontracturantes, no debe haber remedio más placentero…..