Los hombres que aman los animales son más sexys

 

Cuando hago casting en los sitios de citas suelo detenerme en los perfiles de “candidatos” que posan con la mascota, pues aunque algunos de ellos luzcan medio bizarros me conmueven los hombres que quieren a los animales. Imagino que serán sensibles, o al menos personas capaces de amar. Últimamente me cruzo en el barrio con muchos que pasean galgos recuperados de las carreras clandestinas, y eso me toca al corazón. Me paro a hablarles, y puedo ver sus sentimientos en los ojos agradecidos de estos sufridos animalitos. Me he puesto medio tonti, pero soy de manual, quévaser!

No soy la única. Una investigación de Dogs Trust, la mayor protectora de animales del Reino Unido, concluye que los hombres que aman a los perros son más sexys a los ojos de las mujeres, es decir, tener un can (y quererlo, pues si algo se nota es el cariño falso) podría aumentar tu sex appel. Al decir del estudio, las mujeres consideran que los bicheros son más fieles, sexys, inteligentes, exitosos, cariñosos, interesantes y seductores, y sobre todo más responsables, pues hay que ocuparse de las rutinas del pichicho, sacarlo a hacer caca, a pasear, vacunarlo, asearlo, darle de comer, en síntesis, comprometerse con una vida que no es la propia. Esa percepción no es tan equivocada.

Un estudio publicado en Journal of Personality and Social Psychology sostiene que quienes viven con “otros animales” tienen mejor estado físico, la estima más alta, tienden a ser menos solitarios y temerosos, y más extrovertidos, lo que redunda en un estado psíquico aceptable, lo que ya es mucho! Se supone que compartir la vida con un animal despierta cierta empatía que luego trasunta en las relaciones interpersonales. Además los mascoteros se enferman menos, resuelven las diferencias con sus pares de forma más pacífica y tienen, en general, una mejor vida. Son gente paciente y capaz de demostrar sus sentimientos, dice la encuesta de Dogs Trust.

En fin que si te he conmovido y querés adoptar una mascota, preferentemente que sea callejero, o bien un galgo. O un gato, nada como los felinos!