Los hombres no razonan ante una mujer bella

 

Como son, eh… coincidíamos ayer, con una amiga, luego de intercambiar información sobre los masculinos que nos rodean. Traigo a cuento esta intimidad porque se ha vuelto a demostrar que basta una chica bella para anularles el sentido común, y ésto no solo le sucedería a los individuos mononeuronales sino también a los tipos más inteligentes del mercado. Y de qué vamos a culparlos: si me cruzo con Hugh Jackman en el bondi, seguramente olvidaré en qué parada debía yo bajarme.

Un reciente estudio vuelve sobre la teoría de que los hombres dejan de pensar de manera racional cuando tienen delante una mujer atractiva y, en consecuencia, suelen tomar decisiones equivocadas o que no les benefician, concluye el ensayo titulado The undermining effect of facial attractiveness on brain responses to fairness in the Ultimatum Game: an ERP study, recientemente publicado en la revista Frontiers in Neuroscience. El trabajo ahonda en la enorme gravitación que tendrían las mujeres bellas en la toma de decisiones justas, nada menos, dice el cable de agencia.

belleza peligrosa, si las hay! Maryna Linchuk by Pamela Hanson 

Para saber cuánta peligrosidad representan para el mundo estas féminas grabaron a 21 hombres participando de un experimento conocido como el “Juego del Ultimátum”, solo que durante las negociaciones en vez de dinero “los sujetos masculinos debieron decidir si aceptaban o no ofertas de mujeres cuyos rostros se han identificado como atractivos y no atractivos”, dice el texto que linkeé arriba. Como era de esperar, la reacción general demostró que eran capaces de aceptar “propuestas injustas si quien la presentaba era una mujer atractiva”, y claro la rechabazan cuando la dama no era del todo agraciada.

Por supuesto que 21 personas no alcanzan a representar al variopinto universo masculino, pero no es descabellado generalizar si pensamos que grandes hechos de la historia fueron tejidos por hombres flojos que cedieron ante faldas poderosas que desataron guerras infames, incluso las mitológicas (Troya).