Las mujeres fingen orgasmos para disimular

 

Nunca se habló tanto del orgasmo femenino como en los últimos dos años, habiéndose descubierto y comprobado que conseguir uno es casi un milagro. Pero, ¿a quién echarle la culpa de la anorgasmia? siguen preguntándose médicos, psicoanalistas, biólogos, especialistas en neurociencias y gente como yo, que se ocupa de leer y estar al tanto de noticias de este tenor, esenciales para la vida humana femenina.

La culpa, si es que hay culpables, coinciden todos, es de los hombres desinformados y de aquellas mujeres que en la cama no comunican a tiempo sus preferencias, o bien gritan demasiado… cuando no hay nada que festejar. Finalmente, fingir un orgasmo es el peor daño que una pueda causarse a sí misma.

… y seguimos sin encontrar la ruta Foto Gza Mr HarrisTweet

La revista “Archives of Sexual Behaviour” acaba de publicar un nuevo estudio (uno más y van….) sobre los principales motivos que inducen a las mujeres a hacer teatro. La investigación, realizada a partir de 398 mujeres heterosexuales de entre 20 y 52 años, concluye que la mayoría miente para para proteger la autoestima del partennaire, no sea cuestión que ante un bajón de la moral el hombre se dé a la fuga.

En segundo lugar se cree que fingen por miedo e inseguridad, para disimular frente a un amante que desconocen los laberintos del ejercicio más básico del mundo, pues tal como agrega el estudio, “fingiendo un orgasmo evitan emociones negativas asociadas con la experiencia sexual”. En tercer lugar, dice el informe, fingen para “autoexcitarse” y en cuarto puesto lo hacen a causa de lo que la ciencia denomina “aplazamiento sexual”, o miedo de padecer alguna disfunción o anormalidad biológica que impida el goce de forma natural.

El estudio agrega que a la hora del placer oral cunde el pánico, y este punto es un indicador clave. Desde que Michael Douglas hizo pública la posible causa de su enfermedad, se advierte en las conclusiones de varias encuestas relativamente serias que esta práctica tan noble y habitual está en decadencia. A no alarmarse que para eso, incluso para la falta de orgasmos, hay solución!