La ciencia y la ruta hacia orgasmo femenino

 

En sintonía con los “festejos” por el Mes de la Masturbación encontré esta perlita que recrea en imágenes datos de un informe elaborado por el Instituto Kinsey, de la Universidad de Indiana, de los más antiguos y prestigiosos del mundo en materia de sexualidad humana.

A partir del estudio, que vuelve sobre lo mismo (las mujeres conseguimos menos orgasmos que los hombres, un 61,6% frente al 85,5%, según las cifras), los cineastas Charles Borowicz, Barnaby Aaron y Trisha Borowicz filmaron Science Sex and The Ladies, un simpàtico documental cuyo fin último es despejar dudas, aceitar la brújula y traernos algo de alivio: el orgasmo está ahí nomás, a la mano de todas (y todos). “Es demasiado común que se discuta el orgasmo femenino como un misterio para el mundo científico, cuando no lo es. De hecho, se conoce bastante bien” sostienen los autores, no sin algo de razón.

Lo que ella película pretende a lo largo de casi dos horas de duración es derribar el mito del orgasmo vaginal en favor del clitoridiano, partiendo de la base de que la anorgasmia femenina nace de los falsos estereotipos impuestos por la industria del porno, que ha mal educado a muchas generaciones y profesado la penetración como sinónimo del placer. En síntesis: el orgasmo vaginal, o el Punto g, que es lo mismo, no existe. A Roma se llega por la via clitoriana, y a dedo.“Nuestra cultura está obsesionada con describir e idolatrar los orgasmos vaginales como la expresión sexual definitiva”, explica Borowicz, y recuerda que es bajísimo el porcentaje de mujeres que admite haber alcanzado así el objetivo, lo que alienta la pregunta central del filme: ¿por qué insistir con prácticas que no resultan satisfactorias?, en referencia a la penetración.

Science, Sex and The Ladies - Trailer from AnC Movies on Vimeo.

El video, del que acá veremos apenas el trailer, ganó varios premios en distintos festivales, aunque por ahora no fue exhibido en ninguna sala pública, y todo indica que habrá que buscarlo en Netflix, o esperar al próximo Bafici. Sin dudas, el sexo es cuestión de paciencia…