La frase más sexy: “te cuidaré más que a mis ojos”

 

Me tiene conmovida el flechazo entre El Chapo Guzmán y la espléndida Kate del Castillo. No he visto tantas telenovelas en mi vida pero he devorado esta saga mexicana y creo que tiene todos los condimentos de un culebrón, y lo mejor es que fue absolutamente real. Que el cielo me juzgue pero…. ¿cómo no te van a temblar las piernas si un hombre promete que va a cuidarte más que a sus ojos?

El protagonista de la historia no será precisamente lo que se dice un bombón pero seguro ahora emerge ante los ojos del miles de mujeres como esa clase de seductor al que podrías perdonarle todo, desde la camisa con palmeras y el bigote charro, hasta las mentiras y la mala sintaxis, y algunas cuántas chicas incluso harían la vista gorda ante la dudosa profesión, que convengamos ejerce una fascinación poderosa. Quién sabe si la diva hubiera sucumbido si el Chapo no hubiera sido el Chapo sino un repositor de supermercado o un actor de segunda. Pero se trataba de un pendenciero buscado, de un sentimental atrapado entre la ficción de su propia vida y la pasión “real” por la narcotraficante Teresa Mendoza, el personaje de Kate en La Reina del Sur. No se perdía capítulo, dicen que tenía todos los DVDs.

Me lo imagino tendido en la cama envuelto en bata de seda con estampas tropicales y dedo con sello de oro apretando el rewind del control remoto, para ver a su amada una y mil veces.

la bella Kate

Tan romántico El Chapo que fue capaz de perder la razón por un polvo, al menos, eso deslizan las notas de prensa, que cayó en la trampa impulsado por la calentura como tantas otras veces arriesgó el pellejo parar verse a escondidas con alguna mujer que le quitaba el sueño. De tanto mandarle mensajitos, sin querer fue escribiendo el final del guión.

Amiga, si tú traes vino, yo lo tomaré. No soy tomador, pero como va a ser tu presencia algo hermoso, tengo muchas ganas de conocerte. Y llegar a ser buenos amigos. Eres lo mejor de este mundo. Ten fe que estarás a gusto. Te cuidaré más que a mis ojos.

Ella tampoco se quedó atrás…

Te confieso que me siento protegida por primera vez. Ya sabrás mi historia cuando tengamos tiempo de platicar, pero por alguna razón me siento segura y sé que sabes quién soy, no como actriz o persona pública, sino como mujer. Llevaré mi tequila para compartirlo contigo, porque es un sueño que ya me tocaba cumplir.

…”un sueño que ya me tocaba cumplir”…wow!, cuánto sexo encriptado en ese juego de palabras, y que lindo que alguien te guste así, locamente. Locamente, quiero decir, a tu pesar. Sea porque es políticamente opuesto, o te dobla en edad, o está casado o casada, o es un estafador, o un narcotraficante. Pero lo imposible es lo que mueve el mundo, qué duda cabe. Parece que ni El Chapo ni ella estaban dispuestos a que la cosa quedara en el platónico laberinto de las promesas y las frases sexys. El se arriesgó, la esperó con flores y tomaron tequila, ella llevó alguna otra cosita, y de aquel encuentro habrán salido chispas.

Lejos de ponderar al mafioso, y de justificarlo, debo decir que ese rasgo de la personalidad, el más afrodisiaco de todos, es el que muchas mujeres veneramos en un hombre: el coraje. Nada menos.