El Viagra en crema y el deseo perdido

 

La ciencia trabaja a destajo para devolvernos la felicidad a hombres y mujeres por igual, en este caso, mediante dos nuevos fármacos destinados a mejorar la erección masculina y a abrir el apetito sexual femenino. Conseguir una buena perfomance en la cama sigue siendo el objetivo principal de una rama de la medicina contemporánea, enfocada en aliviar de algun modo el impacto que provoca en la sexualidad este mundo líquido, tecnologizado y desamorado, en el que toca vivir.

Asi es que desde hace un mes se consigue en las farmacias de Europa una nueva versión del sildenafil, la droga base de la pastilla celeste contra la disfunción eréctil, patología que afecta a muchos hombres y de distintas edades, en todo el planeta. Ahora los señores también pueden probar si hace magia el Virirec, una pomadita igualmente efectiva (al menos en el 83% de los casos de laboratorio) gracias a que contiene dos ingredientes clave: el alprostadil, un vasodilatador de las arterias, necesario para conducir la sangre y expandir el órgano; y un facilitador de la absorción cutánea. La crema requiere receta y cuesta alrededor de 47 euros. Es simple de usar, dicen, pues basta con frotarla con un aplicador para que en media hora… Aladino salga de la lámpara. Creo que este truco tiene sus bemoles: el efecto dura entre una y dos horas, hay que colocárselo durante el juego previo y, ojo, el ungüento podría hacer patinar al profiláctico. En fin

vos sos mi Viagra … marvelous

La otra novedad viene de FDA, que acaba de aprobar parcialmente la flibanserina para el tratamiento del trastorno del deseo sexual hipoactivo en mujeres premenopáusicas. Este producto viene hace rato ensayándose en distintos laboratorios, y sin mucha suerte, porque el “Viagra” femenino tendría ciertos efectos secundarios recontra adversos a los fines prácticos: provoca sueño y desvanecimientos repentinos, en ciertos casos (miren el video que linkeo arriba). Al revés del sildenafil (que actúa en el cuerpo) la pilule rosa funcionaría como un antidepresivo. Es decir, estamos como al principio…

Cuestión es que mientras la ciencia le busca la vuelta a la falta de deseo, nos quedan algunos paliativos caseros: comer mejor, dormir lo suficiente, practicar deporte, no hacerse demasiadas preguntas, masturbarse más, Tindear por la mañana todos los días, y concretar alguna de las máximas eróticas que propuse para este 2015 (acostarse con alguien del mismo sexo, tener un affaire con alguien mucho más joven y con alguien mucho más grande, hacer un trío etc. etc. etc.). El deseo nunca muere, solo se toma vacaciones….