Con el calor aumenta el deseo sexual

 

Se ha intentado probar científicamente que el calor aumenta el apetito sexual de las personas. ¿Qué factores alientan dicha hipótesis? A causa de la elevada temperatura hombres y mujeres andamos ligeros de ropa, es decir, hay más estímulo visual, al revés del invierno, época en la que uno va tapado hasta las orejas. En verano, además, las noches son más largas y bajan las horas de sueño.

Tengo un amigo que cree fehacientemente en este fenómeno. Apenas salta el barómetro a él le empiezan a llover las propuestas de sus ex compañeras de cama, lo que impacta en la frecuencia de su actividad sexual estival. Lo tomé como una fanfarroneada, pero es creerle o reventar: ayer, 20 de septiembre, estando en la cola del cine empezó a sonarle el celular. Era una vieja “amiga” intentando reflotar el vínculo, tal vez para asegurarse un revolcón primaveral.

Buscando data en Internet encontré algo interesante sobre la cuestión. Según el sexólogo Manuel Lucas, miembro de la Sociedad Española de Intervención en Sexología, la única evidencia del aumento del deseo en tiempos de calor se encontró en los rumiantes silvestres (bovinos, caprinos, camélidos etc).

A los ejemplares de esta especie les sube la actividad testicular durante el verano, provocándoles un mayor crecimiento de la cornamenta. “Aunque la mayor parte de los estudios se han realizado con animales, parece que también en el hombre el efecto solar podría aumentar los niveles de testosterona, sobre todo al final del verano. Esta estación, por tanto, predispone a la mayor liberación de estas hormonas de una manera natural” sostiene. No esta del todo claro, pero de ser así la teoría de mi amigo tendría algún asidero. Lástima lo de los cuernos (aunque felizmente a los seres humanos no se nos notan).

Mientras la ciencia busca la respuesta yo seguiré sosteniendo que el verano, más que excitar, deserotiza. A menos que te encierres bajo con el aire acondicionado, con 40 grados de sensación térmica es casi imposible tener un cuerpo a cuerpo con alguien sin caer deshidratado. Ademas lucimos pegajosos, estamos de mal humor, mal dormidos … y a más de uno le falla el desodorante. Y ciertos efluvios no son muy sexys que digamos.

Obvio, tampoco es cuestión de sentarse a esperar el otoño…