El tamaño, una cuestión “sobredimensionada”

 

Esta sociedad en la que vivimos está banalizando la sexualidad humana de tal forma que, en vez de ayudarnos a superar prejuicios, a aceptarnos y ser más libres en la cama, está causando el efecto contrario. La información sobredimensionada de la vida privada de las celebrities más la imagen estereotipada de lo que es “sexy” y lo que no, está lastimando la autoestima de los incautos y desprevenidos mortales que no salimos en la tele ni en las revistas, logrando que nos avergoncemos del cuerpo que nos tocó en gracia. Lo advierto ahora que vienen el verano y la ropa ligera y en los probadores de las tiendas empiezan a escucharse los lamentos típicos de la época: tengo la “cola muy chata“, “me faltan tetas para este vestido”,  “¡se usa el short y yo con estas caderas!”, o “blanco no, por favor, que parezco una heladera!!”.

 

uf, apenas puedo con esto via hardcandi

Semanas atrás fui a visitar al Dr. Adrián Sapetti (acaba de publicar su último libro, Locura y Muerte) y me contaba, entre otras cosas, que cada día le llegan al consultorio más pacientes que padecen verguenza de su cuerpo y, en consecuencia, pudor por mostrarse desnudos, afectando directamente a su desempeño sexual. Son infelices en la cama. Se ve mucho en los hombres, decía, y recordaba el caso de un paciente acomplejado por el tamaño de sus “virtudes” que en la terapia había logrado superarlo… hasta que se estrenó la película Godzilla. Una mañana la ciudad amaneció empapelada de afiches publicitarios con el slogan escrito en letras gigantes: “El tamaño Sí importa”. El tipo se vino abajo, contaba este prestigioso sexólogo.

No digo que no fantasee con verme igual a Marion Cotillard o a Julie Delpy, mis actrices fetiche, pero hasta ahora me gusto tal como soy, despeinada, con bigote (siempre salgo con extraños bigotes en las fotos, quévaser) y pálida cual yogur (odio el color falso del tostado por el sol). Así y todo me llamaron para un programa de TV, y dije no, gracias, pensando que era una broma. Soy el prototipo de lo anti, y a mucha honra.