Cuánto deseo hay en un abrazo

 

No entiendo cómo hay gente que puede vivir sin abrazos. Dicen que una persona necesita entre cinco a 20 como mínimo por día para “recargar energía y levantar el ánimo”.  Será por eso que me gusta tanto bailar tango:  en la milonga nadie amarretea este gesto tan pequeño y sanador.

Ahí te das cuenta enseguida, por la forma de rodear la espalda, si el bailarín es cálido o distante, si es sensible o está en pose…si trae segundas intenciones o no hay onda. Y así es en la vida también. Un abrazo es una señal silenciosa que indica el tipo de relación que nos une a otra persona: cuando es solo sexo, o sexo con amor, si uno está entusiasmado y el otro no… o bien el vínculo está en el freezer.

autor desconocido

sos mi amor….. via lelove

Un amigo que es muy observador me hizo notar que, a medida que los mineros de Chile emergían del fondo de la tierra, cada uno abrazaba a su pareja de forma distinta: unos se fundieron emocionados, otros hasta juntaban sus cabezas, y hubo uno que estrechó a su mujer pero le dió palmaditas en la espalda, como diciendo “ufff… vos, otra vez”. Según la experta en lenguaje corporal, Patti Wood,  una norteamericana que ha escrito mucho sobre el mensaje gestual, esa podría ser un pista clara de que se acabó lo que se daba.

Mientras esperaba que mi ex me entregara a mi gato Sandro (tenemos la tenencia compartida), leí en una revista que la espalda es un terreno vulnerable, un escenario donde expresamos el tipo de afecto que sentimos y que sienten por nosotros. Parece, por ejemplo, que cuando un hombre toma por la espalda a una mujer y cruza los brazos sobre su pecho, ahí hay amor del bueno, entendiendo por bueno el sentimiento que incluye deseos de protección. Aunque este movimiento también revela que las partes no están del todo en sintonía: uno de los dos, quiere más. De lo contrario, ambos se abrazarían de frente, decía el artículo.

Si nos frotan la espalda con las manos, haciendo subi – baja, podríamos interpretar que estamos siendo consolados, reconfortados, que el otro quiere infundirnos calma, y quizá esa demostración hasta se complete con una sesión caricias más íntimas, digamos, para redondear la cosa.

autor desconocido

nos queremos, siiiii!!! via lelove

Sin dudas el más erótico, el indicador más obvio del deseo sexual que consume a dos personas, se advierte cuando ambos se enlazan por la cintura, juntando amorosa e “inocentemente” las pelvis, y arriba pegando las cabezas: eso y decir que están muy cachondos y que tienen las mismas ganas, es casi lo mismo.

En cambio las palmaditas en la espalda son una formalidad o, en todo caso, una expresión del afecto sin compromiso. En un amigo está bien, en el jefe, también. Pero si la persona que elegimos, en vez de acariciarnos nos da esos decepcionantes golpecitos, es que algo se murió, o bien nunca existió.

Sabrán que el 17 de octubre pasado se celebró una efémerides curiosa: el Día Internacional del Abrazo,  rareza bien intencionada promovida, entre otras organizaciones, por el movimiento “Free Hugs” que desde el 2001 estimula el abrazo entre la gente de todo el mundo, aunque no se conozca entre sí.

En fin, que hay que abrazarse más, como diría el recordado Roberto Galán.

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