¡Horror! Exclamé el día en que encontré uno de los arbustos preferidos de mi balcón con sus ramitas lleeeeeeenas de esta especie de caracolitos blancos, sumamente adheridos a todas las extremidades de mi plantita. De todos los bichos que pueden atacar una planta (sobre todo en las ciudades, que son lugar de infección y contagio por excelencia) las cochinillas son, desde mi punto de vista, los más repugnantes. No me pregunten porqué, simplemente me generan eso.
La cuestión es que un buen día me encontré con que mi pobre Nandina (ése es el pobre arbusto en cuestión, atacado por las cochinillas), estaba infestada de bichos. Ni cuenta me di de su avance, quizás por el hecho de que tiene hojitas tan coloridas y es tan tupida que no suelo prestarle especial atención a posibles enfermedades (cómo si me pasa con la Rosa China -Hibiscus, sp.- y el rosal, que se me viven enfermando). Nunca había visto estos animalitos, razón por la cual corrí a mis libros a ver con cuál de las plagas más comunes los podía asociar. Hete aquí que se trataba de cochinillas, y no sólo eso, sino que eran de una variedad específica, las acanaladas.
Cochinillas acanaladas, vía pau.artigas
Estos animalitos se adhieren fuertemente a la planta y la succionan, generando el amarillamiento del follaje y la caída de las hojas.
¿Qué hacer? Muy simple. Primero podé bien el arbusto, luego me dirigí a mi vivero de confianza y compré uno de los insecticidas que me recomendaron para el caso. Hay que ser muuuy exactos con las indicaciones de los envases de estos productos, ya que son muy venenosos. Yo uso guantes y barbijo SIEMPRE, y me aseguro de dejar a mi perro fuera del balcón, por lo menos unas cuantas horas.
Si los agroquímicos no son de su agrado, el alcohol de ajo también funciona muy bien. Yo nunca lo usé, pero sé de muchas personas que sí, y con resultados excelentes. Es muy fácil de preparar: igual cantidad de alcohol y de agua (medio litro y medio litro) + 5 o 6 dientes de ajo. Se licúa todo, se cuela y se pone en la heladera. Así de simple. Hay que aplicarlo muchas veces porque sino no surte efecto.
Cualquiera sea el método que hayamos elegido, lo aplicamos con un spray en toda la extensión de la planta (luego de haberla podado lo más posible). Luego tenemos que quemar las hojas y ramas para que la plaga no se siga esparciendo.
En el caso de mi Nandina, todo salió más que bien, y hoy sigue tan linda como siempre.
Mi Nandina
Hace muy poco me encontré nuevamente con cochinillas en mi balcón, en este caso acechando a una planta de pasionaria que trepa por la reja. Por suerte la peste aún no se había esparcido, por lo que alcanzó con que arrancara la rama afectada y la quemara.
Las cochinillas que atacaron la pasionaria
Posdata: Es importante una vez cada tanto, tomarnos el tiempo para verificar la salud de nuestras plantas: sus hojas, sus troncos y en la medida de lo posible, sus raíces. Muchas veces nos damos cuenta de que algo anda mal recién cuando las hojas empiezan a marchitarse, o a caerse, o bien cuando la planta ya está tan deslucida que, o cuesta recuperarla, o no se recupera más. Son muchas las cosas que pueden aprenderse sobre las plantas cuando se las mira con detenimiento.
Y ustedes ¿cuál es la plaga que más odian?