
Los caracoles se adhieren a toda clase de superficies vía Waferboard
La primavera es la época del año en la que proliferan los caracoles y las babosas, que atacan nuestras plantas preferidas sin piedad, dejando un caminito brillante a su paso, signo delator de su presencia. No son muy selectivos con lo que comen, pero generalmente prefieren (como la gran mayoría de las plagas) las hojas y brotes más tiernos. Sus preferidos: el brócoli, ¡la lechuga!, las frutillas, la albahaca, los porotos, la calabaza, las dahlias, etc. Cuando estos amiguitos se alimentan, lo hacen de noche, dejando agujeros en las hojas.
¿Cómo hago para prevenirlos?
Primero lo primero: sacalos (con guantes, si te da asquito) cada vez que te encuentres con uno. No te va a resolver el problema pero pensalo de esta manera: salvaste una hoja
Me acuerdo cuando de pequeña con mi amiga Guadalupe nos dedicábamos a buscar caracoles en los recovecos del jardín de su casa, tras lo cual los pisábamos sin piedad… ahora que lo pienso, le hicimos un gran favor a las plantas de su madre.
Una vez que hayas retirado los animalitos que veas a simple vista, remové todos los recipientes y objetos que haya alrededor de tus plantas en donde puedan esconderse del sol y el calor. La excepción sería que dejaras esos espacios como escondites para sapos y ranas. ¿Adivina que? ¡Comen caracoles y babosas! Ergo, son excelentes aliados a la hora de combatirlos. Lo mismo sucede con algunas víboras y escarabajos. Yyyy también con los gansos, patos y gallinas.
Plantas aromáticas como el romero, la salvia y la lavanda ayudan a prevenir el ataque de estos pequeños babosos, quienes las evitan. Es por eso que si las podés plantar cerca de tus ejemplares más atacados, mucho mejor. Las begonias, las fucsias, los geranios, y la lantana suelen salvarse del ataque, por lo que podés tenerlas en cuenta cuando planeas tu jardin. Seguir leyendo →